Hoy ya no comprendo si la soledad es amiga o no, no entiendo si estar a tu lado es mejor que estar sola e indecisa, siempre el deseo se queda en eso, solo en deseo... La mayoría de las veces solo me quedo pensativa y trato de no compadecerme. No se si hoy me mojó más la lluvia acida, o la acides de mi llanto. No se si deba creer lo que no creo, o si es mejor creer en lo que no creo. De cualquier forma las cosas subsecuentes siempre me han dejado igual, ya hemos vivido esto siempre, en la eternidad, y que pasa, siempre es lo mismo: el maldito deseo. El maldito afán de querer ver una sonrisa y una lagrima de felicidad. Siempre hemos pasado esto mismo, corazón, grítame y dime que estas ahí al pendiente de mis atavíos. Dime que sigues latiendo, dime que el repetir de esta vida no será idéntico. Corazón dame la fuerza no me dobles, no te dobles... Necesito creer que puedo creer que creo... necesito que tu luz esté siendo, y no solo sea sin estar. Necesito el calor de dos palabras y ya. No exijo más... no exijo para lo que no estoy hecha. Merezco la lluvia ácida en mi cara y caer en los charcos lodosos, merezco que no me den el paso y la frialdad de tus besos, merezco que no sepa el porque no me haces especial, cuando yo te hago sentir tan especial, merezco todo lo que es nada, o nada de lo que es todo, ya no se... Solo gritan mis ojos, solo desespera mi alma. Mi ser no esta siendo, estoy siendo sin ser... corazón, corazón!!!... corazón escúchame!!! Late!!! Late corazón...
